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ESPAÇO PEDAGÓGICO
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Bullying escolar: a (in)visibilidade do fenômeno e dos protagonistas crianças
v. 27, n. 3, Passo Fundo, p. 628-642, set./dez. 2020 | Disponível em www.upf.br/seer/index.php/rep
Dictadura, la noticia de que había un pedagogo, un educador que hablaba de los
Oprimidos, de los pobres, y sobre todo se preocupaba en educar para la Liberación.
Eran tiempos de una masacre planificada, de tortura y desaparición forzada de
personas, sean estudiantes, obreros que reclamaban derechos o simplemente otras
personas que enseñaban en una Villa de emergencia, o que tenían un comedor
popular u otras, al azar, porque el objetivo era hacer sentir que todos estábamos en
riesgo. Fue en esos años terribles, que en una librería que vendía libros y revistas
usadas conseguí un ejemplar de Pedagogía del Oprimido, editado por la editorial
Siglo XXI en el año 1973, para ese año el libro llevaba ocho ediciones.
Yo saludo la iniciativa de esta Revista y de todos los homenajes, muchos en
Argentina, que se hagan por los 50 años de publicación de este libro, es el deber de
sostener, en un tiempo radicalmente opuesto, el espíritu de la crítica política, por-
que renunciar al horizonte revolucionario no es lo mismo que renunciar a formas
de vida más igualitarias y justas. Y creo, que en este punto se encuentra otra de
las grandes virtudes de un pensador como Freire, que aun cuando ya lleva más de
veinte años fallecido nos permite enfrentar el empobrecimiento cultural y la docili-
dad intelectual con la que aceptamos que la realidad no puede cambiarse. Freire es
un espejo en el que es posible leer nuestro tiempo como un retroceso a la barbarie,
como un retorno histórico a la minoría de edad. Pero también su pedagogía inter-
pela nuestra criticidad y nos ayuda a no ceder a tantas tentaciones de frivolidad in-
telectual y mercantilización, estímulos que el neoliberalismo nos pone por delante.
Mantener viva la memoria de un autor, de un texto, como en este caso, es parte de
un acto de Resistencia imprescindible contra la barbarie y la violencia. Pues, aun
para quienes no piensan ganar la batalla, las ideas de igualdad, libertad y justicia
social, siguen siendo el piso de la crítica política y pedagógica en América Latina.
Notas
1
El Padre Carlos Mugica, fue uno de los representantes más importantes del Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo, en un momento en que muchos de ellos, adhieren explícitamente al Peronismo, tra-
bajando en las “villas de emergencia”. Hoy, la “villa de Retiro”, n° 31, lleva su nombre porque fue uno de
los asentamientos donde más trabajó, era el Párroco de la capilla Cristo obrero. Esta historia está contada
por el Padre Jorge Vernazza, amigo personal del sacerdote, en un libro del año 1984, que ese llama, Padre
Mugica, una vida para el pueblo. Mugica fue asesinado, el 11 de mayo de 1974, después de una misa, por
una organización armada llamada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), uno de los grupos de la
Derecha Peronista que comenzaría un baño de sangre indetenible, profundizado luego por el “Terrorismo
de Estado” que implantó la Dictadura de 1976.
2
Se denomina “Villero” al habitante de una Villa de emergencia, también llamada Villa miseria, la palabra
villero tiene un tono despectivo en la cultura argentina, “negro villero” es un calificativo proferido como
ofensa.